Hall de Recepción

[Narrador]

Se trata de una gran habitación Circular con una cúpula translúcida. Contra uno de los lados, la zona donde los recién llegados pueden dejar su equipaje. Contra el lado opuesto, el Gran Cristal, una herramienta que puede transportar a los guerreros hacia cristales menores distribuidos por todo el continente.

[Atlas]

-ah...- quedó laxo ante el agarre. Calma gato... su corazoncito latía como el de un ratón, temores cientos le invadieron, pero capaz estaba perdiendo la razón? estaba perdiendo la razón y haciendo mas llamativo lo que debería ser... lo contrario a Zeta.

De normal se dejaba manotear menos, bueno... no realmente... -No, pero...- sus orejas se perfilaban de una y otra forma -Bueno, si. Pero...- saltando de una idea a otra, saltando, saltando. Pegó las orejas a la cabeza sin fijarse en el manotazo, tenía sentido que al menos lo intentara, aunque esta vez no daría frutos.

-A un gato puede importarle- sacudió la cola nervioso, investigación de campo, más preguntas. -Si tú que inventas, no me das conocimientos tendré que inventar, Zeta. ¿Dejarás a un gato parlanchín inventando más que tú?- dio un salto al suelo y movió la cola con altivez.

-No soy- dio unos pasos en dirección contraria y se detuvo. -A lo mejor tú has crecido?- le corrigió sin poder aguantarse, quería hacer preguntas que a lo mejor se respondían solas; si estaba aquí no estaba allá. Si entró es porque pudo. Si...

Bajó la mirada a su propia sombra alargada por la luz natural, había pasado algo importante?

-Por qué estas en el reino del gato?- preguntó sentándose y lamiendo su pata para alizar el pelaje de su cabeza.

[Zachary]

Claro claro, a un gato pueden importarle muchas cosas, ¡A cualquiera podría! Su último ajuste a aquel baúl con patas y engranajes sobre el que se sentaba había sido idea de un grillo y un búho. ¿Por qué no de un gato? Le miró haciendo palanca en el lateral de sus gafas sobre una pestañita cobriza y como resultado una lente verdosa cayó sobre las básicas. Zach se frotó los labios pensativo y tomó una de las patitas. - Qué incordio sin pulgares. Los pulgares son importantes.- dijo para sí mismo desviándose del tema de conversación como era normal.

Saltaba, ¡Tocaba saltar! Se bajó del escarabajo e imitó su posición. -Si es más listo que yo ¿Por qué no? Pero le costará con esas patitas.¡Un trabajo muy poco fino!- irguió la espalda como si hubiera escuchado algo extraño y se giró al escarabajo metálico. -Beetle Charles, eso es muy maleducado- resumió en una conversación en la que sólo participaba él.

Se agachó un poco más, ¿Así se veía el mundo desde ahí abajo?- Siempre he sido más alto.- porque los milímetros cuentan en las guerras absurdas. -Ah... Escapé- sonrió triunfal rodando en el suelo hasta quedar boca arriba así poder estudiar la estructura del techo. Con una mano sacó del cuello de su camisa una cadenita de la que colgaba una llave vieja y elaborada, como toda explicación. Con la otra hizo un compás imaginario con el que completaba cálculos en su cabeza referentes al techo. -Ya... Pero no les gustará- respondió al aire antes de girarse otra vez mirar al gato. -¿...Laboratorio, talleres?- inquirió con una pregunta que llegaba en su parte final, y no encontró su comienzo en palabras dichas de manera pública.

Le rascó tras las orejas entretenido. -Hah, que suave Efe.- rió entretenido y se puso en pie de un salto.

[Atlas]

Bajó las orejas, recordaba los pulgares con cariño. Tomar cubiertos, una taza... Ahh, la evolución... Había descubierto la herbología y no podía hacer más que tirar los frascos del borde de las mesas por un instinto ancestral. -Soy un teórico- respondió jocoso lejos de ofenderse, su nivel de... invención era infinitamente inferior a la de Zach, era un creyente con un grado de imaginación promedio.

Ahora estaban a una altura cómoda, más familiar. Movió la cola de un lado a otro, a un gato de castillo la inteligencia le queda grande, mezclado con astucia lograba tal vez proyectar luz en temas ocultos, tal vez una que otra noticia. Pero la inteligencia estrafalaria era-- -Eso me ofende!- replicó pseudo dolido a Beetle Charles, acostumbrado a ser la parte sorda del asunto.

Se irguió un poco ganando el centímetro extra, normalmente le tomaba con sombrero y todo en aquella injusta batalla por la cima. -Tengo más pelo- declaró con el orgullo gatuno por delante.

Su pelaje se erizó de solo pensar en esas dos simples palabras, ¡qué pasaría si se enteraban de que estaba en Askal! ¿Lo sabrían ya? Y qué podía hacer un gato al respecto. Ay no. Ay no. Masajeó el suelo con sus patas delanteras ante la visión de la llave, sentía un revoltijo de sentimientos: Alegría, nostalgia, nerviosismo. No era de los que daban grititos, los dioses no lo quieran, pero en años gatunos su mayor emoción era evitar ser comido por algo más grande, no? Bueno, eso en cualquiera de sus formas. Y no había mejorado nada con los años, seguía congelado en lo que fue cuando salió.

Levantó la mirada al techo, si... tendría más cuidado de observar los techos de ahora en más. Y donde ponía los pies también, aunque así de liviano no rompería nada. -Um?- que si había? bueno, pues sí. Tal vez necesiten más tamaño. -Sería el tour más difícil que verán estos muros, puedes seguir a la liebre?- el desafío terminó en un ronroneo involuntario, no había criatura más molona en Askal que un gato con todos los privilegios y mimos que los guerreros cedían gustosos.

Efe. Rebuscó un poco hasta dar con su nombre.. ¡Si, ese era! Había cierta ironía en este y la forma que tomaba. Se lamió un mechón rebelde y entrecerró los ojos portando un orgullo poco normal en su forma real -Taurina- simplificó.

[Zachary]

Teoría, teoría, le gustaba la teoría, ¿Pero qué era sin la práctica? ¿No debía morir acaso en las manos de un objetivo final? Si no, las hipótesis se convertían en otro adorno más de todo lo que revoloteaba a su alrededor, como ese ratón con alas que le pasaba a F por encima, por decir una cosa. ¿Expecímen de allí abajo, o invención suya? Volvió a alargar la mano. Ah... Qué decepción.

-Tal vez con unas pequeñitas... Necesitarían alguna fuente de energía, no vale el mismo prototipo de alas- murmuró pensativo antes de bajar la mirada al gato. Cierto estaba hablando con el gato. ¿De qué?
Silencio. Un segundo. Dos. Aaagh, da igual. -¿Tú quieres volar?- igual se podía adaptar para gato.

-Y menos glamour. Vas enseñando las bolas- se burló mientras se adecentaba la pajarita. Si su ropa no estuviera escogida con tanta azarosidad cromática y no llevase tanto de... Todo, cosida a ella, podría pasar por elegante. Pero lo práctico siempre iba por delante.

Ignoró completamente el nerviosismo de su acompañante ante su acto temerario y guardó de nuevo su llave, era un trofeo y un logro, y el escape a un mundo dispuesto a saciar su infinita curiosidad.
-Poooooor supuesto.- se levantó y buscó entre el escarabajo de nuevo hasta sacar unos extraños artilugios que se ató a los pies, activando una suerte de muelles y resortes que le hicieron crecer unos generosos centímetros.- ¿Puede la liebre adelantar al canguro?- dio algunos botecitos preparándose para ese nuevo equilibrio. Casi se había roto la nariz un par de veces por ese invento, pero ya lo manejaba... Más o menos. Una carrera parecía ideal si la meta era un laboratorio.

[Atlas]

Cerró los ojos y ronroneó, tendría aves revoloteando sobre su cabeza? su forma particular de ver el mundo era un misterio, pero que era un genio no podía negarlo nadie. Estaría a salvo en Askal? Estará al tanto Madeline?.. Ah, gato ingenuo, si usó el cristal ha sido invitado.

Si los gatos sudaran habría sentido el frío recorrerle la columna. -Yo quiero mantener mis siete vidas, muchas gracias- las patitas en el suelo en esta forma, la torpeza de un gato es famosa. Pero algo le decía que pronto las cosas empezarían a planear por aquí.

Los gatos no se ríen, pero este se expresaba bien entre dientes -Un gato con pantalones es llamativo, debí desistir- sin contar todo lo que debía limpiar su lengua, pero los años acostumbran. También extrañaba los bolsillos.

Movió las orejas curioso de ver qué trampa usaría esta vez, en cuanto los resortes lo separaron del suelo, Fae recogió la cola instintivamente. Tendría cuidado de no olvidar que tenía una hoy.
Iba a dar un pasito hacia adelante... Y salió corriendo como perseguido por un demonio. -Claro que si!- soltó mientras sus patas derrapaban frente a las escaleras.

*carrera*

[Akiyama]

Una carroza simple paso cerca de la entrada del fuerte y se detuvo por unos segundos, a lo que un joven bajo y educadamente se despidió de las personas que habían sido tan amables para desviarse un poco de su camino para llevarlo hasta allí.

-Muchas gracias.- les dijo con una reverencia.- No olvidare este favor.

Espero unos segundos que la carroza se fuera para limpiarse un poco la ropa y sacarse el polvo y los pelos, nunca hubiera imaginado que viajaran con tantos animales, pero no quería ofenderlos después que habían aceptado llevar a alguien como él. Sin ningún tipo de referencia, sin forma de pagarles, por la simple amabilidad de sus corazones.

-Así que este es el fuerte.- dijo mientras caminaba despacio, era imposible no estar un poco nervioso, había escuchado historias del lugar durante buena parte de su vida, pero nunca creyó que finalmente estaría ahí.

La sombra de sus pensamientos reflejo lo que realmente pensaba.

"Una cárcel" dijo en su mente "Si no puedes salir de un lugar es una cárcel"

Pero sabia, o al menos tenia la esperanza, que no seria para siempre.

[Mionne]

Una por la noche debía dormir, sobre todo si sistemáticamente se despertaba a las seis o siete de la mañana pasara lo que pasase, pero ni tenía sueño ni le apetecía, así que un paseo nocturno laaaaargo hasta que le dolieran las piernas parecía una buena opción, con nada más que su simple compañía y un rato para pensar. No había plan mejor. ¿Cuándo se había vuelto tan solitaria? No le molestaba la gente... pero apreciaba más que nunca no tener a nadie a su alrededor durante un buen rato.

Se tiró del gorro antes de abrir el gran portón para encontrarse de frente a un desconocido. Sus ojos le recorrieron de arriba a abajo con curiosidad durante un par de segundos.-¿Acabas de llegar?- No se veía mucho fuera, pero aun se escuchaba alejarse los cascos de los caballos y los golpeteos rítmicos del carro.-Vaya horas- hacía rato que era de noche. Se apartó a un lado abriendo más la puerta para que pasara.- Mionne, un placer- Se presentó al presunto tuerto, tendiéndole una mano. Los nuevos reclutas llegaban con cuentagotas pero nunca paraba el goteo.

[Akiyama]

No paso mucho tiempo antes que se cruzara con otro ser humano, era bastante sorprendente tomando en cuenta la hora, ya estaba preparado para tener que explorar el fuerte por su cuenta. La mujer desconocida lo miro de arriba abajo y Akiyama se pregunto que parte de él le había llamado mas atención, tal vez el traje, pero lo mas probable era que el parche.

-Me dejaron rápido porque querían ver la lluvia de estrellas.- dijo.- Por lo que me contaron, pueden adivinar el futuro o algo parecido en una noche como esta. Si no fuera por que tenia que venir al fuerte habría aprovechado la oportunidad para ver de que se trataba.

Acepto la mano de la joven y la saludo con una reverencia.

-Mi nombre es Akiyama.- le dijo son una amable sonrisa.- Y de ahora en adelante seremos compañeros en este lugar.

A su alrededor podía notar los ruidos de la noche, el chirrido de los grillos, el viento moviendo la maleza, estaba todo demasiado tranquilo. Por lo que era imposible evitar escuchar la voz en su mente.

"Mirala, sin conocer como eres en realidad. Que pensara cuando se entere todo lo que has hecho"

-¿Que tal se esta aquí?- preguntó alejando sus pensamiento.- La persona que me invito no me dijo gran cosa.

[Mionne]

Alzó una ceja cargada de excépticismo. Dudaba bastante que una lluvia de estrellas tuviera ningún poder especial pero dado que la magia no era su punto fuerte...- Si ellos lo dicen... Supongo que nada me sorprende ya- se encogió de hombros sin darle más importancia al tema.

-Eso parece- le dedicó una sonrisa agradable y devolvió el gesto. Era entretenido comprobar cómo cada uno saludaba a su manera, no había lugar más variopinto que la fortaleza. -Espero que te sientas a gusto entre estos muros, al principio abruma un poco.- advirtió con aire amistoso.

-Si... No es una invitación muy descriptiva la verdad- rió un poco y negó la cabeza- Se está bien, siempre que sigas unas reglas básicas que se limitan a... No matar a tus compañeros y no robarles, con eso no tendrás problemas.- o más bien que no te pillaran haciéndolo, pero mejor no ser tan laxos desde el principio.- Tendrás todas las necesidades cubiertas, material para entrenar o investigar... Compañeros de todo tipo y recompensas decentes por misiones asequibles.- resumió frotándose la barbilla- ¿Quieres un tour básico?

[Akiyama]

-No creo vaya a tener muchos problemas en ese sentido.- respondió.- La violencia no es uno de mis primeros impulsos al momento de solucionar un problema.

"Mentiroso" dijo la voz que solo él podía oír y una imagen llego repentinamente a su cerebro, un joven no muy distinto a él, con un bate de metal golpeando a una persona hasta que ya no podía mas. Para después reírse del puro placer de la violencia.

-Y robar, no creo.- dijo.- La mayoría de las personas en este lugar podría darme una buena golpiza si lo intentara. Pero eso si, voy a tener que pedir algunas cosas prestadas, no traje muchas.

Miro la bolsa en la que llevaba: un bate, un cuchillo y otro traje. Y suspiro, ese era el problema de empezar de nuevo, uno perdía todo lo anterior.

-Si eres tan amable.- respondió a su ofrecimiento de darle un tour, tendría que vivir allí por un buen tiempo, así que nada era mas útil que conocer las cosas que podía hacer para evitar el aburrimiento.