Playa

[Odette]

La presencia de Fireworks supuso un alivio inmediato para la muchacha, fuera lo que fuese que estaba pasando se sentía segura a su lado. Sin embargo todo ese alivio desapareció al escuchar el suave tintineo del arma. A aquellas alturas estaba más que familiarizada con el sutil sonido que hacían al manipularlas. Todo en el aura del Arameddan indicaba que apretaría el gatillo sin más remordimientos... Lo que podría ser problemático. La situación escaló un poco más y cuando la amenaza se cernió sobre un tercero, Odette no pudo adivinar exactamente de quién se trataba, pero por la reacción del gigante debía ser importante para él.

Odette bajó de la butaca y se acercó despacio a Fireworks, alargando la mano hasta que encontró su espalda. Cuanto más cerca, más segura se sentía y más podía calmarle llegado el caso. Deslizó una mano sobre su brazo, hasta llegar a su muñeca. - Está bien... No nos hará daño.- era una promesa para uno y una advertencia para el otro. Prefería no empezar una guerra sangrienta en la que ninguno ganaría. No de momento. Bajó esa mano con algo de seguridad y cuando iba llegando al final se quedó helada.

La sangre abandonó su rostro dejándola más pálida de lo normal y sus pulsaciones se dispararon frenéticas. -No es verdad... No puede ser...- murmuró a penas. El pulso le tembló y afianzó el agarre en su brazo para una estabilidad que parecía nunca ser suficiente cuando todo el mundo giraba. -Q-... Quién es Manar- inquirió con algo más de entereza. Tal vez... Era otra cosa, otro ojo otro... Negó con la cabeza, no tenía sentido intentar andarse por las ramas. Giró la cabeza a Fireworks y formuló una pregunta que le dolió como tragar cristales en cada palabra. -¿Es... es la misma?- estaba bastante segura de que los tres querrían escuchar un agradable NO. Pero a aquellas alturas empezaba a dudarlo.

Tenían planes... Eran buenos planes. Recuperar juntos todo lo que le habían quitado, empezando por los ojos... ¿Qué pasaría ahora? Una familia inmensa de repente era demasiado abrumador, demasiado exigente, demasiado... ¿Y qué pasaba con las historias de su madre, qué ocurría con ese amor verdadero e incendiario entre su padre y ella? ¿Cuanto era fantasía, cuanto real? No sólo era la bastarda de un pirata... ¿Si no que también de uno promiscuo? Y... Toda aquella gente...

En algún punto sus piernas cedieron ante el shock.

[Fireworks]

En cuanto dio un paso atrás relajó el agarre del arma y la mira apuntó al cielo, manteniendo firme la que usaba para apuntarle solo por marcar una línea, las armas habían sido una adquisición interesante de un negocio creciente, pero no su habilidad principal.

Finalmente salió de su boca la información que precisaba, lamentablemente ya no estaba bajo su control regularla antes de que ella se enterase... El imbécil no tenía ni un poco de consideración por los demás, ni una pizca de tacto.
Todo había resultado más amargo de lo que había supuesto, hermana de Armistice, una familia... El tacto en su espalda se presentó gélido, y así los siguientes, que no encontraron resistencia en sus músculos, no tenía mucho sentido mantener la ofensiva si lo único que quería era convencerla de unirse a su rara secta.

El cambio en sus movimientos sutiles le hizo soltar el arma y rodear su cintura para darle algo de estabilidad, le volaría esa cara de bruto únicamente por carecer de habilidades sociales, se supone que el único monstruo presente era Fireworks mismo.

Manar, el cuervo de Lilith... nombrado en honor a su padre, no dejaba mucho espacio a la imaginación.

Sentía un desprecio completo por la respuesta a la pregunta que dirigió directamente a él, ella no necesitaría más para entenderlo... Firah tenía un ojo certero para el detalle: no era ninguna imitación, los tres que había visto eran la misma marca de nacimiento. Bajó el arma y la hizo desaparecer en sus ropas, ser los consanguíneos salidos de un pozo no les daba ningún tipo de inmunidad ante él, a lo sumo despreciaba más sus existencias. No pensaba formar parte de eso, incluso llegaba a dudar que quedara algún plan en pie.

Y ninguno de los dos tuvo tiempo para procesarlo, sin embargo solamente ella se ahogaba en la nueva realidad. Afianzó el agarre y la contuvo contra su pecho, la grieta era demasiado grande, pero prefería soltarla en el otro extremo que dejarla caer -Respira. Un solo punto a la vez, era posible que tu padre tuviera lazos de sangre... Piensa, son todos mayores que tú excepto por uno- murmuró contra su cabello, lanzando una mirada de advertencia al cavernícola cercano, lo que tuviera que refutarle podía esperar.

[Accer]

"Cristal, claramente", pensó al verla flaquear. Fireworks estaba allí para sostenerla y eso fue lo mejor. Incluso él mismo tenía problemas para asimilar la nueva información y Odette tenía mucho más para aprender todavía. Hacer contacto con ella sólo empeoraría los síntomas.

- Responderte ahora no te haría ningún favor- advirtió- Tómate el tiempo que haga falta. No impondré está situación sobre ti, pero debes saber que esa marca te hace un blanco para nuestros perseguidores. Cuando estés dispuesta a hablar del tema, búscame. Puedes traer a tu novio... Pero sería mejor hablar a solas. Creo que ambos tenemos información importante para el otro. Que estés bien... Odette.

Dirigió sus pasos hacia Mathis para anticiparse a alguna otra ocurrencia de su compatriota. No ganaría nada con agobiar a Odette ahora... Pero al menos Nirian debía enterarse de aquel desarrollo. Los demás podían esperar.

[Odette]

Tal vez un sí habría sido menos grave que notar en toda su aura la respuesta. Se le escapó un quejidito dolido casi inaudible antes de perderse en el caos de su mente.
El calor envolvente de Fireworks era un cabo a tierra y consuelo, pero aunque reconfortante, no podía aplacar la ansiedad que la mordía ante aquella verdad. Su abrazo la mantuvo en el sitio y ella rodeó su cintura, aferrándose con fuerza a lo unido que le daba paz en ese momento. La respuesta de Accer le pareció acertada, no se encontraba en un estado en el que pudiera procesar mucho más. Apenas estaba recuperándose de la noticia de que era una bastarda como para tratar esta nueva bomba con ligereza. Asintió como toda respuesta, con las palabras atascadas en la garganta y hundió el rostro en el pecho del Arameddan cuando su "hermano" se alejó.
Hizo caso a sus palabras y respiró hondo notando como poco a poco el temblor de sus hombros disminuía un poco. Pensarlo así quitaba un poco del dolor sobre la cicatriz reciente, pero no quería hacerse ilusiones tampoco.

-Es... Demasiado...- murmuró sin separarse ni un poco. -¿Un ejército de... Hermanos? ¿Perseguidores?- soltó otro quejido y le apretó más si era posible. -¿Otro más?- cada nueva información los separaba un paso más de ese idílico final de casa tranquila con vecinos molestos y ningún pasado pisandoles los talones en cada despertar... Y aún así no abandonaría nunca la idea de un futuro amable, porque mientras la abrazara así... Sentiría que podían tenerlo. -Y yo que nunca quise hermanos...- se le escapó una risa apagada que rozaba el sollozo, enmarcada en una obvia desesperación. Sentía que todo se le escapaba de las manos.

[Fireworks]

-¿Tu crees?- preguntó con sarcasmo y bastante mal humor, demasiado era quedarse corto. Lo siguió con la mirada mientras se alejaba, no iba a caer en corregirle, no era el novio y aunque lo fuera no por ello sería incluido en algo, como bien veía en Hubbub. Sin embargo... la casa en los suburbios, el perro, la familia feliz, eso ya lo tenían... una vida normal y tranquila... dentro de lo que suponía llevar una marca familiar. Esto era la otra opción a un matrimonio con un fulano y repetir la historia, esto era, definitivamente un final mejor que un día, un año o una vida metida en el caos que significaba rondarle.

-Al parecer la nueva secta viene con fanáticos, no creo que sea mayor problema- pero comenzaba a esperar que llegara un dragón a llevarla a su torre, el cliché del villano ya estaba cubierto. -Nunca fuiste buena para compartir... sin embargo los tienes. Y si hago memoria, un buen puñado de ellos te agrada- solo entonces bajó la mirada a ella -Y Son fuertes, pueden cubrir las debilidades del otro- sin contar que tres de ellos conocen la fortaleza de la que ella proviene -¿Entiendes mi punto? Odette...-

[Odette]

Podía notar la amalgama de emociones convulsas rodeándole... Y apostaría que las propias no debían distar demasiado de las de él.
Si hubiera estado un poco más entera habría reído con su comentario, pero en ese estado sería subir un escalón demasiado grande a la tranquilidad. Por lo menos sirvió para aligerar otro poco la piedra del pecho.

Sus palabras eran alentadoras y más "positivas" de lo que la nube negra de su cerebro quería aceptar. Si quería mucho a Nirian... Y le daba más o menos ternura el pequeño, Lilith siempre le había tratado paradójicamente como a una hermana, y los otro cuatro no le generaban ningún desagrado en particular... Tal vez algún recelo. ¿Bastaba eso para considerarlos familia? Lo dudaba. Terminó asintiendo al entender por donde iba. -Escógelo todo, siempre.- rememoró esa enseñanza en el lago. Fireworks le daba rienda suelta a su parte más egoísta y ella se dejaba llevar sin peros. Era una bonita novedad ponerse primero.

Se separó lo suficiente para no ser una lapita, pero no le soltó. - Hablaré... Con él. Necesito saber toda la historia, qué es la marca, de dónde han salido... Quién era él... Y es la mejor oportunidad que tengo de encontrar respuestas.- aunque le aterraba cada una de esas preguntas. Apretó los labios antes de seguir, aún era un calor por dentro y le costaba pensar con claridad, pero lo siguiente lo tenía claro. - Iré sola, no va a decirlo todo si estás delante... Y claramente no me ve como una amenaza- comenzó con la voz tenue y temblorosa aún. Buscó su brazo y bajó los dedos por él hasta llegar a su mano.-Pero... Quiero... Quiero que estés cerca.- le pidió. Sabía que era la clase de trabajo a la que estaba acostumbrado, lo haría a la perfección.- Si me pone una mano encima... Vuelalo- entrelazó los dedos con los suyos en un apretón necesitado. Dudaba que le hiciera daño, pero no podía evitar que le asustara la situación. Tampoco quería romperle el corazón a Nirian ni detestaba en sí al mayor, pero en ese punto no confiaba en nadie más que en Marshall, y prefería no tener que lamentarse. No de nuevo.

[Fireworks]

Le miró con una desconfianza creciente que terminó de asentarse cuando le apartó del asunto -Enviaré al perro contigo, con eso deberá bastar- dejó que sus manos encontraran las suyas sin responder al tacto. Era lo que iba a pasar tarde o temprano, uno iba a caer en sus manos y la tensión empujaría el resto de piezas por el borde del tablero.

Aquella sensación seguía creciendo, el picor comenzaba a arder bajo su piel y apartó las manos antes de que llegara a ella. -Odette...- lo intentó una vez más, se sentía encerrado en su propia mente y necesitaba reventar esas paredes antes de perder el control -No puedo quedarme. Ascuas te llevará a donde desees- sentía una creciente necesidad de decir algo hiriente, retrocedió fuera de su alcance antes de dejar que sus demonios se revelaran al cariño que se había ganado.

Esa gente no confiaba en él y él tampoco confiaba en ellos... Ninguno, ninguno era mejor que una traición. -Tienes prohibido hablar de mí- le advirtió, cayendo en la cuenta de cuanto sabía, cuanto podían usar. Les echó una mirada afilada, los más fuertes estaban acá. Volteó sin un segundo pensamiento y se alejó de ella por el tiempo que fuera necesario.

*se va*

[Accer]

Accer sólo tuvo que acercarse para que el niño comenzara a contarle lo que estaba haciendo, las cosas lindas que había encontrado, las historias que había oído. El mayor se sentó junto a él y escuchó, dejándolo llenar el silencio y alejarlo de las preocupaciones por un breve momento. En eso, Mathis era imbatible.

De reojo vio cómo Fireworks se retiraba. Su humor era tan malo como podía esperarse, pero no parecía que fuera a tomar represalias. Odette, tan frágil como era, había decidido quedar a solas para hablar, o sencillamente las cosas se habían dado así.

- ¿Puedes dibujar una armadura en la arena? Si el diseño es bueno quizás pida una igual en el Castillo- le dijo a su hermano menor antes de ponerse de pie. Bastaría para tenerlo ocupado algunos minutos, y lejos de las aguas.

Accer regresó al lado de Odette y tomó asiento sobre la arena. Por experiencia sabía que la gente hablaba más tranquila cuando él no estaba erguido. La distancia adecuada la marcó el can, todavía bastante dispuesto a hincarle el diente. Accer esperó en silencio que la peliblanca abordara la situación a su manera. Le debía al menos aquella cortesía.

[Odette]

Su corazón se aceleró a un ritmo enfermizo. ¿Por qué no le respondía? Necesitaba su calor y cariño tanto como el aire. Un breve vistazo a su aura bastaba para hacerle entender la encrucijada en la que estaba. No había sido una buena noticia para nadie. Instintivamente alargó la mano cuando la soltó pero no encontró más que aire. Recogió los dedos y agachó la mirada. -P-pero... Marsh...- tuvo que hacer un esfuerzo titánico para callarse. Le necesitaba a su lado, pero si se separaba de ella... Desvió la mirada a su brillo. Debía de sentirse verdaderamente al límite si la dejaba sola, no se apartaría de su lado si no creyera que era peor opción quedarse que irse. O así había sido siempre.

Odette apretó los puños, enredando los dedos en el borde de la camisa para no aferrarse a su brazo y respetar su decisión. - Está bien...- murmuró con la cabeza gacha. -Nunca- le aseguró. Jamás traicionaría su confianza, los secretos que habían compartido entre ambos quedarían siempre entre ellos. Fireworks era para todos, Marshall era solo suyo. Le escuchó alejarse, sintiendo el nudo del estómago apretarse a cada paso.

Respiró hondo intentando encontrar un poco de entereza en aquella espiral emocional vertiginosa y se dejo caer con un suave plop sobre la butaca, antes de que sus piernas cedieran. Rodeó sus rodillas con los brazos y enterró el rostro en ellos, si se centraba en su agradable olor impregnado en la tela, podía encontrar un poco de paz y calma... dudaba que fuera suficiente preparación para lo que se venía, pero ayudaba.

Escuchó a Accer acercarse, no era de los silenciosos... Sin embargo se tomó su tiempo antes de salir de su escondite y alzar la mirada hasta apoyar la barbilla en los brazos. Ascuas seguía alerta y no dudaba que le saltaría al cuello si se acercaba más. Aquella fría distancia le parecía más que necesaria para empezar a hablar. Al menos ahora su aura no era tan... turbulenta. -Quiero saberlo todo- Pidió con más firmeza de la que esperaba.-Sabré si mientes o si ocultas algo así que... no lo hagas.- Pidió por la paciencia de ambos. Soltó sus piernas y se sentó un poco más receptiva a esa información.-¿Qué sabes de la marca? A parte de que nos señala como sus hijos. ¿Tiene algún efecto, algún poder, se puede rastrear... por qué la tenemos?- Era una buena pregunta para empezar.-¿Cuantos... cuantos somos, quién nos persigue, por qué?- Eran las que más le preocupaban, y tan solo la punta del iceberg.

[Accer]

Aquella advertencia dejó en claro cuán poco confiaba en él. No era inesperado, pero sí molesto.

- No soy tu enemigo. Ni tengo ninguna razón para ocultarte lo que sé- respondió antes de volcarse hacia su memoria para responder al resto- Por lo demás, sólo tenemos teorías.

Había pasado mucho tiempo desde el funeral y pese al intelecto de su hermana, aún tenían muchas piezas que conectar.

- Imaginamos que las marcas tienen algún poder que puede explotarse, pero si es así, debe necesitar de ciertas condiciones para emanar su potencial. Si pudieran ser rastreadas por medios mágicos ninguno de nosotros hubiera llegado al Castillo. Más allá de eso, no pueden ser extirpadas o borradas. Tampoco funciona tatuar por encima- habían agotado las opciones más desesperadas en las primeras semanas de la huida- No tenemos pistas de qué función cumplen y aquellos cazadores que logramos mantener vivos estaban entrenados para soportar la tortura... O eran sólo mercenarios contratados sin contexto. Los verdaderos responsables de la persecución están decididos a permanecer en las sombras, pero creo que es justo asumir que tenían alguna clase de relación con nuestro padre.

Luego miró a Mathis, ocupado haciendo trazos en la arena.

- En cuanto al número... Ninguno de nosotros tiene la misma edad, pero todos nacimos el mismo día de un año distinto. De momento yo soy el mayor y Mathis es el menor. Si no tenemos hermanes menores que él o mayores que yo, entonces podríamos estimar un máximo de 22- explicó para luego mirar a Odette por encima del hombro- Las fechas tan precisas de nuestro nacimiento no pueden haber sido producto de los delirios de un donjuan... Y que yo sepa, sólo las madres de Xiang y Lilith profesaban amor por nuestro padre a ciencia cierta. Imagino hubo una especie de negocio de por medio... O algo más oscuro.