Se trata de una gran habitación Circular con una cúpula translúcida. Contra uno de los lados, la zona donde los recién llegados pueden dejar su equipaje. Contra el lado opuesto, el Gran Cristal, una herramienta que puede transportar a los guerreros hacia cristales menores distribuidos por todo el continente.
Estando frente al cristal (mucho más grande que los propios) volvió a Roger a su estado original con crelem antes de viajar ya que desconocía si habría algún efecto secundario en ellos.
Se abrazó a Roger y cerró los ojos cuando Malik sama lo activó y se movieron al instante al castillo.
Fue muy similar a un vórtice, en el que giras y te estiras para luego frenar de golpe. No podían afinar eso..?
Entre Roger y Ace habían evitado que se moviera un centímetro del caballo así que sólo tenía que parar el mareo. Si les hubieran avisado se pudo haber evitado.. Pero no importa! ya estaban allí. Asintió con un movimiento de cabeza obligándose a abrir los ojos ante el resplandor nocturno de los altos vitrales del imponente hall.
Inspiró aire mientras Ace le ayudaba a bajar (no mas caballos por favor) y lo soltó en un "Wow!" al llegar a tierra firme.
Incluso notó que aquí era de noche... será que giraron más tiempo del que pudo notar?.. Le frotó la espalda a Odie hasta que se sintió mejor y pudo levantarse y se sintió culpable de haber acaparado a Roger y Ace en el viaje.
-Y aún están festejando- añadió al ver las calabazas por allí, se acercó a una mas peque que las demás que al parecer no estaban usando y luego de mirarla bien se la puso a Roger de cabeza. Como guante.
Mihail se marchaba y Nirian se despidió moviendo la mano, había un establo...
Caminó por el lugar viendo también un tablero de misiones realizadas por clan, había mucha gente de todas partes del continente.. y vaya nombres.
Llegó hasta el pasillo junto a Roger y miró hasta el fondo con curiosidad. Un par de pasos dentro había un mapa interno de los cuatro pisos.
-Es enorme... hay un lago! y un invernadero!- era muy tarde para ir hasta allá? ciertamente la ambientación creepy no era su favorita..
-Malik-Sama, los dormitorios no se separan por clan, verdad?..- dormir sola...Nunca.
Odric se acomodó un poco el cabello medio empapado con las manos, algo del agua que se derritió del hielo le corrió un poco la espalda. Eso le hizo sentir aún mejor, las decoraciones de las fiestas de memoria a los muertos estaban por toda la sala.
-Vaya, decorar un lugar así debe tomar tiempo.
La pregunta de Nini le hizo pensar un momento sobre la separación de habitaciones, el separarlas por clan tenía una pinta muy a escuelas de magia.
-Espero que no separen por clanes, no conozco a nadie aquí y prefiero dormir cerca de caras conocidas.
— Están organizando una fiesta.— Comentó el muchacho con una sonrisa. — No estoy del todo informado porque en cuanto llegue al castillo me enviaron por ustedes, pero si desean más información, los llevaré donde la administradora. Por otro lado lo de las habitaciones, no solo se divide por clan. Posiblemente queden juntos o si alguno queda separado también pueden hablar con la administradora. Bien, los llevaré donde ella, luego de ello les haré un tour por el castillo.— Sonrió levemente y se dirigió al interior de este.
Hacían ya varios meses desde que Liu se había ido al Monte Fragma donde su historia dió comienzo, el recorrer aquella ciudad le trajo viejos recuerdos sin embargo era tiempo de regresar al fuerte, así que emprendió su marcha hacia el mismo dejando que uno de aquellos lugareños le dejara en la puerta del mismo y en aquel hall de recepción.
Parecía que mucho no había cambiado desde su partida salvo por aquella decoración un tanto tétrica que el fuerte parecía mostrar por aquella festividad que se aproximaba, sin lugar a dudas habían hecho un gran trabajo con aquellas calabazas que estaban por doquier, aunque no solió llevar mucho equipaje de hecho solo portaba aquella arma que siempre llevaba oculta entre sus vestimentas.
Aunque pudo ver como unos jóvenes dejaban el lugar siendo escoltados por Malik, quizá eran nuevos integrantes del fuerte, sin embargo ahora debía encaminarse hacia su habitación y dejar allí aquel pequeño paquete que traía consigo de recuerdo de aquella ciudad.
El Arameddan llega a las puertas del castillo, notando que todo esta adornado con calabazas y esas cosas. — ¿Halloween en noviembre? No tenía sentido y ya faltaba poco para la navidad, deberían preocuparse por la siguiente fiesta. Pa lo que me importa. — El chico dio su ultima calada a su cigarro y lo llevo hacia la calabaza apagandolo y dejándolo en su interior. Justo antes de entrar, sacó otro cigarrillo, lo puso en la boca de la calabaza y lo prendió. — Date un gustito. — Palmeo la cabeza de este y se retiro del lugar.
Un joven cubierto bajo una oscura capa negra arriba a las puertas de aquel fuerte, mientras se dispone a abrirse paso hacia el hall de recepción observando aquella decoración de las calabazas, parecía alguna clase de festividad aunque jamás había tenido la oportunidad de presenciar una, quizá porque su antiguo amo no era muy afín a ellas.
Fijó sus orbes amarillentos cual felinos en esta a la vez que esbozaba una ligera sonrisa.
- Acaso una calabaza puede fumar? debes ser una especial cierto?.
No tenía pertenencia alguna así que simplemente se limitó a continuar su camino esperando no terminar por perderse ya que no deseaba ser una molestia.
Habían sido ya varios meses en los que había dejado el castillo junto a su felina compañera, quizás cuantos rostros nuevos vería y más aún, quizás y cuanto había cambiado todo en aquel lugar desde su última estancia y ultima charla con Alice. – ¡Ey! Kali, que dices, ¿cómo crees que esté Alice? – preguntó sonriendo en dirección a su compañera de viaje que caminaba unos metros más adelante, recibiendo como respuesta un gruñido bajo. – Nada más espero que le gusté el regalo que le traigo desde Tharagon – Soltó acelerando sus pasos hasta alcanzar a su felina y golpear suavemente su lomo.
Continuó su caminata por largo tiempo, la noche ya había caído y dejaba notar su frío habitual de la temporada cuando a lo lejos logró apreciar la iluminación tan propia del castillo al que volvía – ¡Eeey! ¡Mira qué bonito! Kali, ¡vamos! Es de noche, quizás corremos con suerte y evitamos encontrarnos con alguien en la entrada – Dijo acomodando su equipaje al hombro para comenzar un suave trote – Sabes… creo le diré a Alice que me enseñe a montarte… me sería muy útil ahora – Recibiendo como respuesta una simple sacudida de cabeza a la vez que su compañera iba a paso lento a su lado – Ya… eso no me es una respuesta Kali… no seas mala ¿sí? –Agregó sonriendo cariñosamente, sin notar el momento en el que ya había traspasado la enorme entrada del castillo.
Al llegar al hall principal se quitó su pesado equipaje dejándola en el mesón no sin antes dejar una nota sobre esta con su nombre – Bueno… asumo bastará con eso para que la dejen en la habitación… ¿Tu que harás, me acompañas o te vas por tu cuenta? - Dijo acomodando en su hombro su arco y flechas mientras veía a su felina mover su cola con cierto interés en su entorno mientras avanzaba un poco y giraba hacía ella invitándola a continuar su caminata – Entiendo, entiendo, vamos entonces – Agregó siguiéndole los pasos a Kali.
Finalmente estaba allí, en la entrada del imponente fuerte en una bellísima noche de otoño con las puertas abiertas de par en par para él.
Tadashi se adelanta al pulido hall de recepción e infla el pecho con aire.
-KIBA ISAAAAAN! TADAIMA MODORIMASHITAAAAA!!!!-
Lleva una mano al oído y escucha con atención al eco alejándose por el pasillo, pero no hay respuesta de vuelta. Golpea el asta de la naginata en su hombro impaciente y busca entre los pliegues de sus ropas hasta dar con la carta cuyo sello estaba roto. Las indicaciones que había seguido daban con este lugar, no hay un castillo gemelo junto a este, debe ser aquí.
- Me detuve y retire mi capucha, así como la mascara y logre recuperar algunos de mis sentidos, respirando profundo y pasando sin perder el tiempo de aquel lugar. Mi cuerpo estaba fatigado y descuidado, por lo que debería preocuparme por recuperarme de aquel improvisado viaje, buscando lo básico para comer, limpieza y luego un buen descanso.-
Y por fin Kain había llegado al castillo, quien su hermano le había contado innumerables cosas, a pesar de haber sido invitada se había quedado por mucho tiempo en las tierras de su cuñada, pero cuando se entero de su muerte, Kain nunca se hecho a morir como lo había hecho su cuñada, estuvo con ella eso sí, pero finalmente decidió ir al castillo ya que no tenía sentido de cuidar a una chica que ya no tiene relación con ella.
Al llegar miró por los alrededores y le pareció extraño todo esto, ya que aún seguían en Halloween. — Deberían prepararse para navidad. — Todo fue tan extraño — Vamos Shadow. — La pelinegra ingresa junto acompañada con su amigo fiel, un lobo negro.
