Hall de Recepción

[Narrador]

Se trata de una gran habitación Circular con una cúpula translúcida. Contra uno de los lados, la zona donde los recién llegados pueden dejar su equipaje. Contra el lado opuesto, el Gran Cristal, una herramienta que puede transportar a los guerreros hacia cristales menores distribuidos por todo el continente.

[William]

Luego de un rato sin encontrar ningun herido entre los escombros, William envainó su espada ya encantada y fue hacia los pasillos "Tal vez pueda encontrar a lo que sea que hizo esto rondando por ahí, o al menos algunas respuestas" Siguió su camino y abandonó el lugar.

*Se va*

[Narrador]

Escena Finalizada

[Cornack]

Cornack se había pasado las semanas ayudando con las reparaciones del hall de entrada, en su mayoría lo que era mover cargas pesadas de un lugar a otro "Vaya, con todos estos problemas, se pasaron de largo las fiestas" Se sentía un tanto angustiado porque no pudo entregar los regalos que había hecho para los demás "Realmente no se que debería hacer ahora con los regalos... Tal vez esperar a alguna otra festividad"
Aunque ahora mismo no era momento de pensar en regalos, debía terminar de limpiar el hall para que se viera presentable.

Barría el suelo, un trabajo simple pero importante "en el barco era más divertido" Suspiró aburrido el joven marinero, las memorias de la pesca fueron suficiente para hacerle sentir contento otra vez -Después de que termine aquí probablemente iré a pescar, no debería ser muy dificil el hacer un agujero en el hielo. Al menos uno que no me haga caer al agua...- Si eso llegaba a suceder seguramente se enfermaría, pero las ganas de pescar eran más fuertes. Asi que sin perder el tiempo, comenzóa barrer más rápido para terminar pronto.

*se va*

[Narrador]

Escena Finalizada

[Esmeralda]

Después de tantos sucesos y tomar el nuevo cargo en la familia y bueno muchas cosas han pasado en la vida de Esme, ahora es diferente, ella es diferente a la chica que todos conocen. — Vaya quien diría que regresaría a casa. — Se había cortado el cabello, su vestimenta era mucho más provocativa, estaba llena de tatuajes y había perdido un ojo.

"se va"

[Astaroth]

Un carruaje llegó a las puertas del fuerte de este bajó un joven de largos cabellos oscuros como el averno, el cual estaba acompañado de un pequeño perro blanquecino, sus orbes azulinos se fijaron en aquella entrada a la vez que se abría paso hacia el interior del fuerte mas bien hacia aquel hall de recepción, quizá lo mejor sería anunciar de su llegada y buscar una habitación para dejar sus pertenencias aunque solamente llevaba consigo un pequeño bolso.

Al igual que el resto de los habitantes del fuerte había sido invitado a este, sin embargo aquel hall parecía estar vacío quizá se debía a aquel clima frío.

* Se va *

[Silver]

Había pasado ya un mes desde su partida y desde aquel viejo entrenamiento al cual se había sometido o al menos eso fue lo que todos creían ya que en parte había decidido primeramente cumplir aquella vieja promesa dada a Esmeralda de reencontrarse con su hijo, al cual había logrado conocer y el cual dio a su vida un nuevo rumbo.

Su aspecto había cambiado ya no portaba aquellas vestimentas oscuras sino en cambio parecía mas a un antiguo samurai, había teñido su largo cabello a una tonalidad rojiza, aunque el hecho de estar distanciado un tiempo de Esmeralda solamente le hacía recordar a aquellos jóvenes que le habían ayudado a cambiar su destino.

Algo en su interior le decía que debía regresar a lo que una vez fue su hogar, a aquel fuerte, así que emprendió su marcha.

Tras una larga caminata finalmente se hallaba nuevamente frente a aquel hall de recepción que una vez solió darle la bienvenida con la esperanza de reencontrarse con sus viejos camaradas y con aquella mujer que solió amar.

* Se va *

[Max]

Max entró y estornudo muy sonoramente -ACHOOOO!!- Luego se limió la nariz con un pañuelo que llevaba encima afortunadamente -Demonios, tendré que ir a la enfermería otra vez... Para que rayos estudio medicina si no voy a poder cuidar de mi salud, esto es absurdo- Dijo mientras iba caminando hacia el pasillo de la planta baja.
Antes de llegar al pasillo comenzó a toser bastante, lo que le ocasionó dolor de garganta "Oh por favor ahora no, lo que falta es que me empiece a-" Seguido de la tos le llegó un fuerte dolor de cabeza, esto le hizo apurar el paso -Genial, malditamente genial... no era un resfriado-

Con pasos lentos pero firmes (dentro de lo posible) fue hacia la enfermería, lo que tenía era una posible gripe y eso no o contentaba de ninguna manera "Supongo que tenían razón cuando dijeron que los vrenneth sufren igual que los demás a pesar de la resistencia al frío" Pensaba que tal vez no sería el, pero el mundo tendría otros planes.

*Se va super despacito y estornudando*

[Cold]

– La decoración era ostentosa y un exceso a mí criterio, pero era evidente que los creadores y fundadores no había querido escatimar en elegancia y en detalles que gente más austera y funcional podría considerar como innecesarios. Mí orígen era bastante alejado de cosas por el estilo, por lo que no pude evitar sentir mayor interés en lo que todo aquel lugar podría ofrecer, que clase de grandes héroes podrían salír de un lugar tan particular.–

( Veamos que grandes héroes pueden nacer de un entorno tan blando...)

– Notaría las grandes puertas cerradas y las intentaría empujar, solamente para notar como se encontraban cerradas, por lo que les daría unos cuantos golpes y retrocederia unos cuantos pasos, para esperar con paciencia si alguien o algo me podría atender y explicar las reglas o requisitos para ingresar a este lugar.–

[Cold]

– El tiempo pasaba y mi curiosidad aumentaba, solamente una vieja puerta me alejaba de lo que pudiera estar esperando a un tipo sin pasado y sin un futuro claro, por lo que estaría simplemente sentado y con mí vista fija de una manera penetrante sobre aquél enorme trozo de madera y metal. Podía sentir la necesidad de ser poco prudente, habían más de una forma en la que una puerta podía ser forzada y muchas otras formas más de simplemente rodearla. Ideas de abandonar mi posición y buscar por los alrededores del castillo se hacían mas fuertes a cada minuto, intentando autoconvencerme de hacer las cosas de la manera correcta y no caer en malos hábitos del pasado.–