Etzvaen contra Shaxklyan
Antes del pacto
En el comienzo los Reinos de Etzvaen y Shaxklyan, tan antiguos como la Historia misma, buscaban destruirse. En el año 102 AP (Antes del Pacto) un atentado por parte de Shaxklyan logró dar muerte al Rey de Etzvaen, inclinando la balanza a su favor.
Los hijos del Rey se separaron y buscaron el apoyo de las tribus que habitaban las costas del Oeste, las montañas del Norte y los interminables desiertos del Sur. Tres alianzas fueron forjadas y Etzvaen se dividió en tres Reinos: Tharagon, Vrenneth y Arameddan.
Con sus esfuerzos combinados los tres herederos, ahora Reyes en todo su derecho, ganaron batalla tras batalla, hasta que en el Año 72 AP las tierras de Shaxklyan se redujeron a los bosques y cadenas montañosas del Noreste. El terreno escarpado y los bosques engañosos hicieron poco sensato pensar en una invasión, por lo cual el conflicto entró en un largo hiato.En el año 11 AP, un golpe de estado derrocó al Rey de Shaxklyan y una nueva familia Real tomó el poder. El Reino fue renombrado “Darglance” y un Lobo reemplazó a la Serpiente en sus estandartes. Bajo este nuevo régimen, los cuatro Reinos firmaron El Pacto, dando inicio a una nueva Era en el mundo (Año 0).
Zodiac y el Veneno Mental
Después de El Pacto (Primera parte)
En el Año 413 DP los fieles a la Serpiente intentaron recuperar el poder. Para esto utilizaron un conjuro desarrollado durante su silencio: Veneno Mental.
El conjuro consistía en una forma de corrupción que sumía a las víctimas en un trance de guerra. Pueblos enteros se convertían en soldados silenciosos, obedientes y ajenos al dolor. De esta manera la Serpiente engrosó sus filas y marchó sobre las ciudades más vulnerables. Tres cetros contenían el Veneno Mental y si bien su poder estaba limitado por sus requisitos, sus protectores eran amenazas en sí mismos: Zodiac, 12 asesinos criados para enfrentar ejércitos, que no tardaron en proyectar una sombra sobre la moral de las tropas.
Los Reyes optaron por elegir a sus hombres y mujeres más poderosos y darles las escasas protecciones que pudieron desarrollar contra el conjuro. Estos héroes y heroínas dieron caza a Zodiac y destruyeron los cetros, pero sólo 4, los más poderosos, sobrevivieron.
Estos héroes y heroínas se volverían leyendas y ayudarían a levantar por completo la sombra de este conflicto: Nygaard, El Inmortal. Sidonia, La Imparable. Jacqueline, La Insólita. Y Kaiera, La Irrompible.
Uno más, tan grande como ellos, no corrió con la misma suerte, pero por su sacrificio, recibió su propio Epíteto: Askal, El Indomable. El único de los héroes que no pertenecía a un Reino, sino a Las Tierras Libres. Un miembro de la raza Hail, quienes ocupan el centro del continente y carecen de Rey o unidad entre sus numerosos pueblos.
En honor a este héroe se creó la Fortaleza Askal, o Fort Askal, para pagar la deuda a su gente, quienes sufrieron por una guerra que les era ajena.
Exilion
Después de El Pacto (Segunda parte)
Tras su creación, Fort Askal reclutó jóvenes talentos para responder a los pedidos de ayuda de Las Tierras Libres, manteniendo el orden en el extenso territorio.
Quince años después, en el Año 428 DP Exilion, un arameddino renegado, intentó dar un golpe de estado replicando una raza de dragones creídos extintos y los jóvenes de Fort Askal recorrieron el continente para frustrar sus planes. Hacia el final Exilion lanzó un ataque desesperado sobre Arameddan usando sus dragones restantes, a la vez que una porción de su ejército asedió Fort Askal.
Los ejércitos de los clanes plantaron su defensa en la capital arameddina y resistieron mientras un grupo de los guerreros del fuerte enfrentaban a Exilion en su escondite en Las Tierras Muertas. Allí el villano encontró su fin y sus dragones falsos se desvanecieron en el aire. El ataque a Fort Askal fue rechazado y los héroes se alzaron victoriosos.
No obstante, la batalla en Arameddan le costó la vida al Rey Crisantemo de Tharagon, trayendo incertidumbre al Reino de las costas hasta que Leviathan asumió el trono.
Recientemente un Ifrit, un demonio de fuego, hizo su aparición en una de las torres, tornándola en ceniza. Los guerreros del Castillo lo destruyeron tanto a él como a sus esbirros, pero no está claro cómo se infiltró en primer lugar, o quién lo invocó o despertó si ese fuera el caso.