El peso del oro [Misión de Bosque]

[Mionne]

Mio le miró alzando una ceja.-Eso no es problema - Si, era más alto que ella, hasta ahí bien, pero su peso no sería problema. Por lo que calculaba a simple vista, entrenaba con más, así que podría con él. Le hizo un gesto para que se acercara y cuando lo tuvo al alcance se lo echó a la espalda. ¡No iba a ser menos que el rubio! Con él en la espalda intentó otro paso. Ahora la moneda se hacía más complicada de mover. Bien, le gustaban los retos.

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Consiguió avanzar sin más problema y en esas vio a Dalay, suponía que para él sería un paseo.- ¡Buenos días grandullón!- saludó sonriente. Qué bien le caía aquel tipo.

Martha y Kurie parecían en sintonía, el juego podía ser divertido. Ver a Ku sonreír le puso de buen humor, prefería cuando tenía esa energía con él, más como el Ku de siempre, sin una sombra oscura acenchando por detrás. Tanto se alegraba que no vio venir el empujó traidor.-Ugh...-Hundió los pies en la arena y resistió como pudo la embestida pero Akiyama salió volando sin que pudiera hacer nada por él. -Mira que eres tramposo.- acusó muy justificadamente.

[Martha Bach]

Un tipo extraño se nos unió. No hacía falta, porque obviamente íbamos a ganar nosotros, pero supongo que una ayuda no estaba de más. Cuando todo esto terminase, podría presentarse en condiciones. Ahora no era el momento de ponerse a hablar. Lo que tenía que hacer estaba muy claro: animar.
—¡Ánimo, mozo! —tengo un montón de ganas de ver lo que hay en el dichoso cofre o cuál es el cometido de todo esto. Sea lo que sea, quiero ser la primera en averiguarlo—. ¡Uno, dos! ¡Uno, dos! —tengo al chico -que aún no sé su nombre, por cierto-, sujeto con suavidad por las orejas (pues es uno de los pocos sitios donde puedo agarrarme). Tngo cuidado de no tirar con fuerza, pero por ellas le transmito toda la energía que tienen mis brazos debiluchos—. ¡Vamos, vamos, vamos! —¿Cómo es posible que me haya enterado del nombre de Dalay antes del nombre del chico que la llevaba? Bueno, daba igual. Se llame como se llame, ya era el mejor para mi.

Miro con preocupación a Mionne y frunzo el ceño. Seguro que nos la devuelve.
—Date prisa o Mionne nos va a colgar de los pulgares... —le susurro cerca de su oído.

[Akiyama]

Akiyama se habría preocupado por la caída si alguna cosa como un peso mágico de una moneda lo estuviera molestando, pero no ese no era el caso así que no tuvo grandes problemas para caer de pie.

-Aunque esto complica un poco hacer una competencia justa.- indico mientras su compañero espiritual continuaba avanzando para alejarse del area de efecto.

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[Dalay]

- No sé, no sé...- comentó casualmente el monje mientras veía la competencia desvirtuarse- ¿No tendrías que cargarme para hacerme de tu equipo? Al menos deberían lanzar una moneda y tomar turnos para elegir integrantes.

El primer pasito había sido fácil, al menos respecto a las expectativas que el monje había tenido, pero no iba a confiarse. Bajó un poco su centro de gravedad flexionando las rodillas, hasta alcanzar una buena postura para Suriashi. Satisfecho, deslizó su pie izquierdo hacia adelante.

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