Hall de Recepción

[Narrador]

Se trata de una gran habitación Circular con una cúpula translúcida. Contra uno de los lados, la zona donde los recién llegados pueden dejar su equipaje. Contra el lado opuesto, el Gran Cristal, una herramienta que puede transportar a los guerreros hacia cristales menores distribuidos por todo el continente.

[Allen]

Ya estaba acostumbrado que lo confundiera con un Darglance, ya nada le sorprendía. Pero había algo en él que no lograba agradarle. "¿Cómo es que sabía que es Ifrit?" Penso. Allen mantuvo sus ojos puesto en él y tendría que mantenerlo vigilado. — Lo llevaré a su habitación y a la biblioteca. —

Allen no iba a decir más nada, no era bueno que dijera algo más. —Si necesitas más información puede dirigirse al tercer piso en Administración, allá pueden que le den algo valioso.—

Dicho eso se encamina hacia el interior del castillo.

*Se van*

[Silver]

Aquel joven parecía estar acostumbrado a que lo confundieran, quizá por sus vestimentas, aún así no podía juzgarle ya que las apariencias suelen engañar a ojos toscos, seguramente este se estaría preguntando el como sabía sobre aquella criatura, a decir verdad este había leído lo suficiente razón por la cual no le costaba trabajo invocar seres oscuros, aunque como toda invocación requería cierto sacrificio, ya que no todo era gratis y a veces eso podía implicar el perder algo valioso como la misma vida en el intento, ya lo había presenciado en el pasado al intentar su primera invocación, la cual terminó por tomar la vida de su propia madre.

Al oír las palabras del joven simplemente asintió ligeramente.

- Se lo agradezco después de todo pasaré un largo período aquí.

Tras oír aquello sobre que podrían darle algo valioso sonrió ligeramente.

- Interesante entonces haré una pequeña visita a dicha zona, seguramente podrán aclararme algunas cosas.

Tras esto se dispuso a seguir al joven hacia el interior del castillo.

*Se retira *

[Anubis]

había escuchado la explicación de la chica y había intentado tomar nota pero era mucha información como para retener todo de una sola vez.
* enumera mentalmente las cosas que había logrado retener de esa explicación*
1 .- rojo era un apodo...¿pero de quien?.
2.- había una habitación con mi nombre... habría que buscar eso.
3.-cuando te despides de alguien o algo o algún lugar , dices "chao"... era una costumbre muy particular aquella.
4.- cuando hablas con otras personas y hay una chica alrededor tuyo, debes agarra su pecho... no le encuentro sentido . Pero sin juzgar.
5.-no respondió a mi pregunta... ¿eso fue deliberado o es una especie de prueba?.


mientras meditaba estas cosas de suma importancia , dos personas mas aparecieron el lugar , pero no tuvo oportunidad de hablar con ellos.

sigue avanzando en el castillo*

Escena Finalizada

[Esmeralda]

Después de estar una semana fuera, Esmeralda se había despejado, tenía las ideas claras, aparte que había llegado con ropa y dinero. En casa seguía todo igual. Black ingresó por la otra parte del castillo, así que no tendría problema.

"Se va"

[Silver]

Aquel incidente había quedado atrás y habían pasado unos días desde aquello debía regresar al castillo, para su desgracia aquel día se presentaba soleado, lo cual solamente le provocaba cierta incomodidad ya que sus ojos apenas podían divisar aquel trayecto hacia este y mas de una vez había estado a punto de chocarse contra los árboles como si estuviera " pasado de copas " aunque solamente era producto de aquella maldición que llevaba el que su visión no fuera perfecta en días de pleno sol.

Finalmente había llegado al hall de entrada y pudo refugiarse un poco ahora solo le quedaba darse un buen baño y quitarse aquellos pensamientos que rondaban en su mente.

* Se retira *

[Daichi]

El viaje había sido un tanto largo, sin embargo parecía acostumbrado a ello y ahora yacía frente a aquel castillo acompañado de aquel pequeño conejo volador el cual yacía sobre su hombro derecho de nombre Q, a la vez que portaba solamente una pequeña maleta, sin mas se adentró en este para observar aquella fachada del mismo y aquel cristal aunque parecía como si aquel sitio hubiera sido reparado hacer unos días, había oído sobre una criatura que pareció atacar al mismo, en cierta parte aquello le dió curiosidad, aún así no debía temer a ello ya que esta había sido vencida.

Seguramente quien lo viera allí creería que se trataba de una simple jovencita ya que su aspecto frágil y su apariencia asemejaba a una, aunque no podía dejar de lado aquella elegancia que le caracterizaba, a la vez que sonreía gentilmente hacia aquella recepción diciéndole que prefería conservar sus pertenencias ya que por alguna razón extraña no dejaba que nadie las tocara, quizá porque estas resultarían ser tan misteriosas como el mismo Daichi.

[William]

Entró al hall de castillo "No parece la gran cosa, creí que esto estaría lleno de nobles insoportables y herederos pretenciosos..." Parecía que el lugar había sido reparado hace poco

El olor a quemado, le daba muy mala espina sobre el lugar "Un ifrit... Bien podría haber sido la liturgia, necesito indagar más al respecto."

Tomó su pequeña maleta y se sentó a leer un libro que el traía consigo mientras esperaba que le dieran alguna indicación sobre adonde ir.

[Esmeralda]

Cómo era de costumbre, Esmeralda cada cierto tiempo iba hacia el Hall para recibir a los nuevos, no era su trabajo, pero le agradaba ser cordial.

—Que tal buenos días.— Reverenció la condesa. —Bienvenidos sean al castillo de Askal, mi nombre es Esmeralda. Cualquier cosa que necesiten pueden hablar conmigo o con algún miembro del castillo.— Comentó con una sonrisa.

[William]

Oh vaya! Parece que una muchacha había llegado para dar indicaciones a los recién llegados "Genial"

Se acercó a la joven muchacha y se presentó cordialmente -Hola señorita, mi nombre es William Silverwill. Quisiera saber si podría indicarme donnde queda la administración. Necesito aclarar un par de cosas con la autoridad máxima de este lugar- Modales ante todo era la forma de ser del muchacho. Lo cual le daba cierto aire formal.

[Arjhan]

El hall de entrada del fuerte estaba ahí, en sus narices prácticamente, mientras abría la puerta y acomodaba su bolso para que no tocase la puerta vio a gente delante de el - Una mujer - Susurro

Todo de mal en peor, SIEMPRE, pensó el muchacho. Sin tomarse demasiado tiempo se dirigió hacia los recién vistos individuos, con una sonrisa en la cara, la sonrisa mas cálida y acogedora que pudiese fingir.

- Buenos días Señor - dijo mientras hacia una reverencia dirigiéndose al muchacho.
- Buenos días S-Señorita - agrego mirando a la mujer.

Luego se sento en un banco que estaba a unos metros, después de todo no quería interrumpir la conversación