Finalmente, después de un largo viaje Odric volvía a pisar el fuerte. En un impulso repentino decidió que lo mejor era empacar sus cosas y salir a explorar que tenía este ancho mundo para ofrecerle, no le fue fácil esquivar a los matones y demás problemas que se encontró en el camino pero a fin de cuentas logró tener una travesía casi tranquila. Descubrió que su propia tiene un efecto un tanto aterrador sobre él, aprendió a usar un cuchillo para defenderse si todo lo demás fallaba, cada día que pasaba lejos de sus hermanos era un día en el que debía valerse por sí mismo sin ayuda de nadie. El muchacho se volvió fuerte contra esas adversidades y ahora vuelve como un joven cambiado.
A medida que sus hermanos se mantenían tranquilos en el fuerte, el joven adivino salió a buscar información sobre otros miembros de su familia que andan posiblemente perdidos por ahí, también se dio la oportunidad para deshacerse de algunos rastreros que intentaban encontrarlos. Las formas eran muy variadas: luchar contra ellos cara a cara, montar trampas, usar a las autoridades era la más fácil. SOlo debías encontrar los trapos sucios de esos rastreadores y el resto era pan comido.
Al abrir la puerta pudo notar que no parecía haber muchos cambios en el lugar, seguro había llegado mucha más sangre nueva y con ello quizás algún otro hermano. Se preguntaba si Nirian y Accer habrían cambiado en algo, seguro habrían estado muy tranquilos con sus cosas sin un hermano que les molestara en su habitación.
-
¿Holaaaaaaaaaa?
No había nadie de momento, lo cual era normal para un fuerte de este tamaño. Se sentó ar aesperar un rato a ver quién se daba una vuelta por el hall, tenía curiosodad por las caras nuevas. Se bajó la capucha de la capa que llevaba, revelando los cabellos blancos y ojos naranjas que tanto le caracterizaban.
