Se trata de una gran habitación Circular con una cúpula translúcida. Contra uno de los lados, la zona donde los recién llegados pueden dejar su equipaje. Contra el lado opuesto, el Gran Cristal, una herramienta que puede transportar a los guerreros hacia cristales menores distribuidos por todo el continente.
Quedó mirando el cristal, intentando bordearlo, pero... su brillo estaba apagado, al revisarlo bien, se da cuenta que estaba todo trizado. — Quién pudo haber hecho esto?... — Suspira, al parecer tendra que ser otro dia la apuesta, eso o pedir permiso a Mady para salir de forma tradicional... pero no, y eso que se limpió muy bien y se cambio a una nueva ropa, mismo estilo diferente color, siente llegar a Mionne y se voltea. — Lo siento Mio, el cristal está trizado, ¿Qué podemos hacer?... me da un no se que consultar a Mady... — Dice sintiendose apenado. — Haré lo que tu me pidas Mio, lo que quieras, siempre esté a mi alcance —
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Última edición por Kurie el 07 Jul 2020 17:25, editado 1 vez en total.
Razón:El cristal del castillo está en perfecto estado.
Había dejado atrás las granjas, aquel había sido un largo trayecto en carreta así que sin mas agradeció a aquel granjero por el viaje y sin mas tomó aquella canasta con los víveres para así empujar aquellas grandes puertas de entrada y llegar al hall de recepción, parecía que todo estaba en calma como de costumbre y le quedaban algunos minutos antes de que cayera la tarde así que se encaminó hacia el pasillo para emprender el rumbo hacia el comedor, aunque primeramente dejaría algunas de las cosas en su habitación ya que en si aquella canasta pesaba un tanto entre los frascos de mermelada y dulces, las hortalizas, las harinas etc.
El verano había llegado a Askal y Liu había pasado una semana entrenándose en el monte Fragma tras aquello sucedido con Esmeralda finalmente había aclarado sus dudas sobre su padre, alguien había ordenado su muerte y aquel no había sido otro sino el padre de Esmeralda, ambas familias parecían haber tenido una vieja disputa y quizá por aquella razón Liu se había interesado tanto en esta, aún cuando aquel apellido siempre le había sonado no recordaba de donde y ahora todo estaba resuelto.
Tras un pequeño trayecto a pié llegó a la entrada del fuerte para así abrir aquellas puertas del hall y adentrarse en este, parecía que aquella lluvia había cesado dando paso a un día de sol aunque ventoso, sin embargo agradable, aunque su rostro parecía mas serio que antes incluso su cabello había crecido algunos centímetros pero seguía igual de cuidado que de costumbre.
Se abrió paso por aquel hall observando aquel cristal para así encaminarse rumbo a su habitación a dejar aquella mochila que cargaba consigo y aquella espada que siempre solía portar oculta entre sus vestimentas, parecía que finalmente había logrado un balance con aquel dragón con el cual había forjado aquel pacto ya que no deseaba que aquel poder terminara siendo una amenaza para el resto.
Después de que Fei Long se había ido a entrenar es extraño en parte sentirse sola. Bueno no es que me moleste, pero me sentía extraña sin su presencia. "¿En tan poco tiempo me he acostumbrado a su presencia?" Había decidido ir a ver el tablón de anuncios ya que se había abierto cupos para misiones. —Fei Long— No sabía cuándo regresaría y su regreso me tenía con el corazón en la mano. Por suerte no fue tan larga la espera.
Me acerque para abrazarlo y darle la bienvenida. — Bienvenido al castillo. Debes de estar cansado. — Bese los labios del hombre.
Paso a paso llego, paso a paso, la mochila llena de equipo dobla mi espalda, si no fuera por el exoesqueleto hace tiempo me habría rendido a su peso. Suspiro mirando hacia los lados, no recuerdo por qué vine aquí, en el centro un gran cristal se impone en la sala, dejo caer la mochila y me quito el exoesqueleto, consiste en apenas unas varas articuladas, con tensores de resorte tirante y mecanismos de relojería que dificultan un poco el movimiento, pero me dan la fuerza necesaria para cargar todo ese peso, lo pliego para que se guarde en la espalda de la gran mochila de viaje, luego, camino hacia el cristal y pego mi frente a él para poder verlo bien de cerca, paso mi mano acariciando su superficie pulida y caleidoscópica ¿será que debo seguir o debo esperar? ¿Será que debo comer o debo bañarme? ¿será que el tiempo pasa o yo paso por el tiempo? ¿será que lloverá o estará despejado? ¿Será que debo dormir con medias o mediar durmiendo? tantas dudas en este mundo y tan pocas respuestas...
En mi espera de la respuesta de Fei pude notar la llegada de un nuevo miembro. Miré de abajo hacia arriba aquella ropa extraña que porta. — Buenas bienvenido a Fort Askal.— Saludé al muchacho. No sabía sí sonreír o mantenerme sería pero lo que si podía estar segura es que no me daba buena espina.
Vacío y silencio, la única respuesta en ese lugar ¿será que estaría habitado, o solo encontraría aire y cristales? miro al cristal una vez más, con ansiosa intensidad
-*Si puedes hablar, habla cristal y dime ¿Qué haces aquí, a medio enterrar, solo y taciturno? ¿Es tu musitante melodía tu compañía o tu castigo?*
un tajante silencio es la respuesta del imponente cuasi circón mágico
-*Entiendo, tu también me ignoras* me doy la vuelta con enojo, pero tal vez no *¿Será que tu pensamiento, abismal e insondable, te entretiene al punto de no poder responder? ¿será, que tú, al igual que yo, te pierdes en tu mente y tus memorias? ¿Será, entonces mineral místico, que eres mi alma gemela y hermana?* no espero su respuesta, si es como yo, no tiene una para darme, me marcho entonces, nada más hay aquí para mi.
Sin embargo, antes de que pudiera marcharme aparece delante de mi una criatura hermosa y de voz mágica
-*Puedes hablar criatura de ensueño* le digo al bípedo delante de mis ojos *gracias por la buenaventura, No puedo reconocer si eres un ser hermoso u horrible, no tengo criterio, pero podría verte y escucharte otra vez casi seguro, dime ¿A dónde debería ir? tengo sueño y hambre a partes iguales, pero no sé que debería priorizar, y bienvenido tu también*
Mi voz a diferencia de la de ella, sale ahogada por la máscara, ronca y rasposa, mi hermosa voz sufre mi propio castigo
El darglance bajaba las escaleras hacia la planta baja, con el puño de su mano derecha daba golpecitos en sus hombros para así sacar la tensión, por suerte había anotado todo lo que debía dejar escrito de sus memorias, el darglance tenía su cerebro hecho una sopa ahora y necesitaba un poco de aire, de sol, si sol, no por ser darglance vas a huir todo el tiempo de la vitamina D de vez en cuando tu cuerpo necesita de aquello, solo un poco...
El darglance sentía una aguja pinchando su esclerótica ocular, debido a todo el esfuerzo que hizo su retina, sus nervios oculares al leer tantas páginas en toda la mañana y sin parar, así que necesitaba pasar por el comedor, luego ir afuera a pillar algo, y lo que vió una vez pisado el piso de la planta baja, fué la de un nuevo integrante al forte, alguien con muchas correas, mucho cuero, una mascara, este tío debe ser un científico loco, pensó y se acercó a este, quien se pegaba al cristal, ¿Estaría cansado? Bueno, por más cristal que este fuese... dejaba un mareo al traspasarlo, le toca el hombro, tan solo 1 segundo porque sacó su mano enseguida, mantuvo la distancia, sólo lo había hecho para llamar su atención, le miró de pies a cabeza con cierto rostro dubitativo, aún así su rostro era neutral, sin mostrar ninguna emoción, él era totalmente racional.
También allí se encontraba una mujer que no había visto antes, se veía ser del clan Tharagon, junto a un arameddan, a pesar de llevar 4 meses aqui aun no conoces a todos, sin embargo les hace una leve reverencia, pero le da más preferencia al nuevo.
– ¿Presentas mareo? Darglance ¿verdad? Bienvenido a el forte Askal, mi nombre es Lestad, un placer, aconsejaría dejar tus pertenencias a tu habitación, ya debes tener una habitación esperándote. Si me sigues, te indicaré... –
Le miró expectante a su presentación, odiaba la cháchara, pero sabía también era necesario para así tener información de los guerreros que acaba de ver frente a suyo.
Insisto no me da buena espina, en dado caso cualquier cosa que haga tendría que defenderme. Clave mis ojos en el Arameddino que era algo extraño que no dijera nada. — Feilong acompañaré al nuevo recluta, si deseas puedes acompañarnos. — Respondí con una sonrisa y puse toda mi atención en el nuevo. — Vamos al comedor, luego te llevaré a tus aposentos. Por cierto mi nombre es Belnhilt. ¿Cuál es tu nombre? — Pregunté.
Voltee dirigiendo el camino hasta el comedor.
"Se van"
FdR: Aquí no es necesario que contestes, cuando tenga el rol en el comedor puedes hacerlo allá.
algo más aparecía, tocó mi hombro con confianza, tal vez fuera la costumbre local aunque sus ojos, peligrosos, expresaban desconfianza y rencor absoluto, o tal vez me equivocaba, tal vez fuera amor maternal, no recordaba bien las miradas y sus significados, a sus palabras respondió con la costumbre local tocando su hombro y retrocediendo un paso
-*Hola ser parlante y misterioso, me temo que no traje ningún mareo para presentarte, pero bienvenido tu también* ¿Nombre? ¿Darglance? medita un instante
-*Los nombres eran términos de referencia para asociar elementos a significantes... creo... por lo tanto Lestad debe ser tu significante de autoreferencia aunque desconozco su significado... Darglance no logro recordar si es una tarta hecha con ciruelas o una raza de este mundo...* lo mira un instante, y ve al otro ser a su lado, son semejantes pero diferentes, tal vez pertenezcan a la misma especie
-*¿Ustedes, ambos, son de la misma especie?* pregunta con seguridad.
El ser de voz hermosa hacía referencia al nombre nuevamente, preguntaba por el mío, creo tenerlo anotado en algún lado, mientras espero a la respuesta del recién llegado sigo a quién se marcha, tal vez allí tenga más respuestas
